La vida y la muerte son dos extremos de una línea temporal llena de nacimientos y pérdidas. “Recientemente he vivido una época excepcional dado el carácter novedoso y fulminante de la misma en la que he sufrido pérdidas dolorosas, injustas, repentinas, inesperadas y algunas irreemplazables. La sorpresa, la impotencia, la rabia y el dolor me han dejado una sensación de miedo e inseguridad muy difícil de reparar”.

Todas estas emociones que a veces podemos gestionar y otras veces nos superan, acaban manifestándose en el cuerpo en forma de dolencias físicas como migrañas, cefaleas, ansiedad, etc. Saber gestionarlas es fundamental para adaptarnos a las circunstancias de cada momento, aprendiendo métodos y herramientas para identificar, aceptar y modificar, pues en la vida vamos a tener, alegrías, sufrimientos, pérdidas y muerte. Aunque me temo que en Occidente no sabemos convivir con la pérdida y tenemos miedo, mucho miedo a la muerte.

Por eso te ofrezco herramientas para hacer frente a esos pensamientos y sentimientos tan molestos, insolentes y desadaptados, que aparecen cuando se produce una pérdida. Esa pérdida, como ya has experimentado puede ser de muchos tipos, pérdida de la posición socioeconómica, pérdida de la salud, de la libertad, de la juventud, del amor, y la más temida, odiada y desconocida pero aliviadora que a veces es la muerte. ¿Cuáles son esos métodos? Hay muchos y entre ellos están la imaginación, la visualización, la reflexión sobre las creencias, los valores, los pensamientos dañinos, y algunos otros que vas a encontrar ampliada en el libro “Cómo afrontar una pérdida” de la Editorial Arcopress, y en esta charla te lo voy a mencionar.

Te voy a proponer que practiques tus emociones como la ira, la tristeza, la culpa, el miedo o la impotencia y que, al identificarlas, comprenderlas, aliviarlas e incluso modificarlas y que sientas que éstas son fruto del proceso de duelo que puedes estar viviendo. Seguro que tienes días iracundos en los que cualquier cosa te molesta, en otros te viene toda la experiencia vivida y te sientes impotente con muchas ganas de llorar, otros temes salir a la calle, sonreír, disfrutar de un simple paseo pues en ciertos aspectos te sientes culpable por seguir con vida.

Voy a hacer un recorrido por todas las etapas del duelo identificando y aliviando ese momento en el que, al recibir la noticia, tu cabeza niega y parece que todo tu mundo se desestructura. Entonces aparece la rabia ante la impotencia, la profunda tristeza por lo que has perdido, la culpa por pensar que quizás podrías haber hecho algo más, el miedo ante la idea de que pueda volver a pasar o por no saber cómo continuar tu vida. Aprenderemos a encontrar sentido a la vida después de la pérdida, aprenderemos a vivir sin olvidar lo que perdimos, pero encontrando un lugar especial en nuestros corazones y en nuestras mentes para que podamos disfrutar y vivir en tiempo de pérdidas.